Si quieres acceder a instrumentos de financiamiento es prudente evaluar todas las posibilidades que hay en el
mercado. En general, existen las siguientes opciones:
1. Créditos hipotecarios: Son una buena opción mientras cumplas con los requisitos generales (los requerimientos pueden variar de una institución a otra):
Tener más de 18 años.
Poseer una renta mínima mensual que garantice el pago del dividendo sin problemas (por regla general, la cuota no debe ser mayor que el 25%-30% de los ingresos líquidos)
Contar con antigüedad laboral de al menos un año como independiente y seis meses con contrato de trabajo.
No registrar morosidades en el historial comercial.
Por lo general, los bancos suelen cubrir gran parte del valor de la vivienda. Y si es que no ofrecen el 80% del financiamiento, muchas veces dan las facilidades para obtener un crédito complementario que cubra la diferencia. Además en algunos bancos está la opción de no pagar un mes al año.
2. Cajas de Compensación y cooperativas de ahorro y crédito: Son una buena opción cuando se trata de montos más reducidos. Pero no cualquier persona puede optar a un crédito hipotecario en este tipo de institución. La normativa autoriza a que sea sólo para afiliados vigentes. Las cooperativas de ahorro y crédito son una alternativa para personas que no tienen acceso a bancos ni cajas de compensación.
Para su funcionamiento, hay varios requisitos como estar compuesto por mínimo 50 socios o poseer un patrimonio mayor a 1.000 UF. En ambos casos, mientras más riesgoso sea el cliente, más altas serán las tasas de interés. Asimismo, piden montos mínimos menores que los exigidos en otras partes.
En el caso de las mutuarias, la compañía de seguros le pasa el dinero de las rentas vitalicias, ellas lo prestan como crédito hipotecario, y luego el dividendo que se paga mes a mes se traspasa a la persona que adquirió la renta vitalicia. Gracias a esta relación íntima entre compañía de seguro y mutuaria, los seguros asociados al crédito tienden a ser mucho más atractivos que los de los bancos y la cuota también resulta ser más baja.
3. Compañías de Seguro: En este caso, quienes gestionan los préstamos son las mutuarias. Se trata de filiales de las compañías de seguros o parte del holding o conglomerado financiero al que pertenecen.
Al igual que con los bancos, para acceder a un crédito hipotecario de una compañía de seguros es necesario contar con un pie mínimo. También ofrecen meses de gracia y la propiedad financiada es la garantía del préstamo.